Historias para no dormir: la maravillosa idea de salir a comer fuera

Desde hace semanas Truman Residence está overbooking. Estamos experimentando como viven los ocupas en pisos de 80m2. Pero esto os lo contaré otro día, aún no estoy preparada. El hecho de que estemos acompañados hacía de hoy, viernes de asueto, un día perfecto para pasear por las inmediaciones de Truman y comer en uno de los restaurantes de cartón piedra de la zona. No todos los fines de semana están los abuelitos en casa y hay que disfrutar de ello.

No, no escarmiento. Ahora estoy de vuelta con el estómago vacío, el corazón acelerado porque no aprendo que comer fuera, con un bebé hiperactivo y consentido como la NSN, es un deporte de alto riesgo.

¿Disfrutar de la comida? Mmmmm. Comerte acelerada un poco de ensalada y un bocado del solomillo con la mano izquierda, sin ser zurda, mientras con la derecha le das un trozo de pan a la NSN, le quitas el cuchillo que acaba de coger en el justo instante que te metías el trozo de solomillo en la boca, le mueves el cochecito mientras se mueve convulsivamente como si la estuvieran matando, no puede decirse precisamente que sea comer, no. Ese proceso dura el tiempo que tus nervios se mantienen calmados… A medida que la NSN se pone flamenca (loca de atar), tú te pones desquiciada, se te quita el hambre y maldices salir a comer fuera una y otra vez, le sueltas un bufido a la camarera, que se cree que con un barquillo lo solucionará todo, o echas una mirada fulminante a tus compañeros de mesa que te dicen que te relajes, cuando tú, precisamente tú, estás de lo más calmada.

¿Pasear en familia? Pues no, decides que después de escuchar los consejos del abuelo: «esta niña quiere comer comida, no pan seco», de la abuela: «esta niña lo que necesita es un hermanito» o del PNSN «tú relájate, que ya me la quedo yo», la solución es coger la parka, meter a la niña en el carrito, taparla hasta los ojos e irte a pasear calle arriba, calle abajo, despidiéndote de tu solomillo con cebolla caramelizada, tu coca cola recién echada y tu tranquilidad de viernes fiesta. Tras veinte minutos, cantas gloria, ha cerrado los ojos, así que entras de nuevo en el restaurante. Mientras te miran los trumanianos con ojos acusadores, tú entras con una sonrisa, visualizando tu delicioso postre que te espera sobre la mesa.

Te dejas caer en la silla y lo disfrutas con tanta intensidad que piensas: pues sí, a mí me compensa, pese a todo, tener una cocina de cartón y salir a comer fuera. Porque la NSN te va a dar las comidas igual, dentro o fuera y al menos, vuelves a casa, con la felicidad de que la cocina sigue intacta. Estoy pensando en echarla abajo y montar un cuarto de juego para la NSN acorazado, insonorizado para las siestas en días de fiesta. Porque como imaginaréis ha sido entrar por la puerta y la NSN ha abierto sus ojos con ganas de juerga.

Mientras me decido a meterme en obra, que ya es lo que me faltaría, una chica muy perika seguirá paseándose por mi cocinita de cartón, así que estad atentos que ya mismo tendréis una receta de chuparse los dedos.

* Somos los raros en Truman. Aquí imagen de unos vecinos trumanianos disfrutando de un ágape apacible en su cocinita de cartón. La NSN no duraría en esa trona ni medio minuto.

¿Y vosotras disfrutáis de las comidas fuera del hogar familiar? Se admiten consejos, críticas o invitaciones a cocinas donde huela a comida y no a cartón.

La niña sin nombre.

 

 

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About La niña sin nombre

Las aventuras de la niña sin nombre con su globo volador y su #malamadre. Historias para no dormir, Diario de malamadre, la vida en Truman Residence y mucha biutiful zin. ¿Os venís?

19 responses to “Historias para no dormir: la maravillosa idea de salir a comer fuera”

  1. bizcochodechocolate says :

    No me canso de invitarte! Sabes q mi casa esta abierta a tu familia. Si te sirve de consuelo mini nunca duro en la trona ni 2 minutos, y todo pasa…

    • La niña sin nombre says :

      Ayyyyy!!!! Lo sé!!! pero llevo un mes de convivencia familiar con las abuelas y con mucho trabajo. Pero a ver si nos organizamos y hacemos esa merienda que suena tan bien por twitter. Mil gracias eres un sol. Y espero que sí que lo de «no me quedo quieta de la NSN» pase algún día jaja.
      Un besazo y feliz domingo, hoy también salgo a comer fuera con la family jeje… A ver qué tal hoy!

  2. La Chica Perika says :

    Si te contara yo cómo aprendí a comer mientra le iban cayendo trozos de comida a una niña a mi teta pegada… Qué pesadita era mi hija! Como ella no quería comer ningún sólido, parecía convencida de no dejármelos comer a mi tampoco!
    La buena noticia es que se me amontonan las ideas: salmón, pasta. Tu cocina va a dejar de ser de cartón, y podrás comer mientras la NSN corre pasillo arriba, pasillo abajo sin que te tengas que preocupar por ella!
    ;-p

    • La niña sin nombre says :

      mmmmmm qué ganas de ver esa próxima receta de mi cocinita de cartón. Una receta yotampu de las que tanto gustaron!!! Me apetece quitarle el polvo al horno y lanzarme a cocinar, al menos de vez en cuando, que a mí lo de comer fuera me sigue tirando, pese a la locura de hacerlo con un bebé. Ay! Ni imaginarte quiero, ya mismo con dos!! Uno agarrado a la tetita y otra correteando como las locas…

  3. Mon_conpequesenzgz says :

    El mío tiene 15 meses. Hasta hace un par de semanas podíamos ir a comer con él tranquilamente, de hecho lo hemos hecho con asiduidad los findes. Pero de pronto, todo ha cambiado, ni medio minuto en la trona, no quiere comer, no hay forma de entretenerle con nada, gritos, lloros…
    Con decirte que el último día tuvimos que decir después de los entrantes que nos lo pusieran todo para llevar… :-S estresssssssss! espero que sea una etapa más.

    • La niña sin nombre says :

      ay!!!! No, si ya sé yo que esto va de mal en peor… La NSN aún tiene 11 meses, disfrutaré entonces de los 4 que me quedan… Es que cuando se ponen en plan locura total, da vergüenza… Deberíamos pasar y dejarles a su rollo, correteando y molestando a todo el mundo y ser padres de esos tranquilotes que les da igual jeje.
      Bueno, hoy de nuevo salgo fuera a comer en familia… Esperemos que se quede dormida y podamos disfrutar algo, lo dudo más que los panchos.

      Muchas gracias por comentar!

  4. la madre novata says :

    Cuando quieras me acerco con unos «petisuís» a ver a la NSN jajaja.. Me da envidia tu cocina de cartón, que lo sepas, la mia es una cocina con mil cacharros sucios, n otengo lavavajillas !!!! horrooooorr

    Y por cierto, eres una santa, a mi me empiezan a dar «lecciones de vida» y les endiño a la enana y le digo «hale, si es tan fácil lo haces tú» y sigo con mi solomillaco tranquilamente jajajaja

  5. María Paradela says :

    Pues aunque no te lo creas y lo hayas oído mil veces hoy… El truco está en relajarse.

    Antes de sentartela en el regazo retira todo lo potencialmente peligroso. El solomillo que te lo trocee el PNSN.

    Y tú comes dejándola jugar con lo que sabes que puede tocar. ¿Que vacía un servilletero? ¡Que lo haga! (Creo que con este comentario queda patente que glamour, lo que se dice glamour no gasto en mis salidas a comer fuera)

    Pues eso. Y sobre todo… No se la niegues a nadie. Antes de que terminen la pregunta ¿quieres que la coja yo y así tú comes tranquila?, que la tengan ya en brazos.

    Y, por supuesto, en Mañolandia tenéis un lugar al que venir cuando queráis. Prometo no hacer flan.

  6. desmadreando says :

    No es por querer animarte….pero se pone aún peor….¿la salvación? I P A D.
    La NSN aún es peque pero te recomiendo una bolsa con un espejito de mano, un mordedero, un sonajero y todo ATADO. Juegas a tirarlo y recogerlo con la izquierda y con la derecha te metes el solomillaco con un GT….¡el alcohol hace todo muchooo más digerible! y yo también soy de las de salir—–amos por una cocina limpia y sin tener que fregar yo me MA-TO paseando a la niña….

    Besotes desmadrosos y lindo finde!

  7. olgabel says :

    Osea me parto y me mondo directamente, yo puedo decirte que la primera vez que fui a un restaurante con la mayor ella tenía año y medio y yo un bombo,y que le dejé hincharse de helado de chocolate que se comió ella solíta untando una cantidad considerable x la mesa, su cara y todo lo que pilló. Tengo que decir que a mí me la pelaba bastante la cara/de horror con que me miraban el resto de los comensales, sobre todo cuando mi preciosita/abrio la boca y sin mediar palabra vomitó sobre el mantel toda la comida y el helado de chocolate enterito. BSS, x cierto tengo nuevo blog, si quieres conocer lo pasa te por historiasdemissairgam.blogspot.com

  8. Laura (Base Echo) says :

    La última vez que comí con Eva fuera de casa fue en Verano, no estuvo tan mal pero lo cierto es que creo que lo evito inconscientemente. Ahora está en una fase que el carro no la contiene y un restaurante lleno de vasos, botellas y manteles de los que tirar con Eva suelta es algo que no quiero experimentar de momento.

    Nos vemos pronto!!!!

  9. Patch says :

    Pues yo este verano he tenido un montón de episodios como el que cuentas, pero he de confesarte que en el último mes cada vez va mejorando la cosa (mi peque cumple ocho meses mañana). Le vas dando pan y sonajeros como dice la Desmadres y la cosa se pone más fácil.

    Eso sí, el solomillo frío me lo sigo comiendo, aunque ya no pasamos por el bochorno de los megallantos y nos quedamos en los megagritos 🙂

  10. vanina says :

    Yo creo que toda salida con niños, es «misión imposible», hay que estar preparada para cualquier cosa, llevar todo tipo de artilugios para la distracción del sujeto, y cruzar los dedos. Habrá misiones más fáciles y otras más complicadas, pero como agentes madre que somos, no conocemos el miedo, nos gusta el riesgo…y al final: «nos encantan que los planes salgan bien».
    No te rindas pequeña, y a intentar, como dices, al menos no limpiamos la cocina, jejejeje…
    Un enorme beso

  11. mi mama me mola says :

    Te entiendo perfectamente. Y mira que el Niño Molón es un santo y siempre ha sido super-tranquilo, pero no deja de ser un niño….

    Mis trucos «molones», porque yo tampoco soy de cocinar y mi cocina no es de cartón, si no de papel (aunque con las recetas de la Chica Perika espero que cambie 😉 ), es rodearte de buenos amigos que se «ocupen» de la NSN porque quieren experimentar aunque sea un ratito eso de la maternidad.

    Es casi matemático, pero los niños se suelen portar mejor con extraños que con los propios padres. Con este método, te tomarás el solomillo tranquila y solo te «costará» un par de GT’s por amigo, jeje.

    Y también estoy 100% a favor del Ipad u otro dispositivo electrónico, son mano de santo y si no hay uno a mano, la tecnología analógica del lápiz y papel. Al Niño Molón le encanta pintar y siempre llevo en el bolso unas pinturitas de las que te dan en el Vips (el trozo de papel, ya lo improvisamos).

    De todas formas, aunque no es un consuelo, estás en la peor etapa para salir a comer fuera y no desear tener un bono en la López Ibor. Pero tranquila, que todo pasa y antes de que te des cuenta. Entonces… a por el solomillaco!!!!

    Y ahora, después de esta parrafada, te dejo que vamos a ver si nos vamos a comer a algún restaurante, que es sábado! jiji!

    Besos!

  12. monica pink lady says :

    mi trukillo….dar de comer a principe antes de salir…y con el traketeo del coche hacia el restaurante….plaff caia dormido, lo cual una horita nos dejaba de trankilidad jeje. y si no podia ser asi….llevaba su potito, y le daba de comer antes de que me trajeran mi plato.
    y los trucos que te han dicho ya, lapices y una libretilla, sonajeros, y yo no tengo ipad, pero mi galaxy con juegos, videos y fotos era mi salvacion….
    si todo eso no te funciona y vas con familiares y amigos…..haz lo que te han dicho de que antes de que terminen su frasecita que tengan a la peke en sus brazos….para que luego se piensen dos veces el dar un consejito sin ser pedido jeje, eso de encasketarle el muerto a otro funciona si o si…

  13. peinetapintxosymimonillo says :

    Ay querida yo de eso sé un rato, el gorila cada vez que salimos a comer termina diciendo: no volvemos a comer fuera hasta que este crio sea un adulto y punto. Pero bueno he de decir que tenemos nuestros, truquillos el monillo es un gran comedor así que no me la juego a sentarlo en la mesa con la edad q tenía la NSN, haciamos vermuth previo ( los demás menos yo) mientras le daba de comer, y luego solía ir caminando hasta el restaurante y hasta q la fiera estuviera dormida no entraba, yo si me da la comida lo mato, yo no me conformo con el postre compañera, soy vasca pa esas cosas y la comida es sagrá!!Ahora q es mayor voy a sitios sólo kidsfrendly, comemos a su par y a su velocidad para que al terminar y saltar de la trona podamos seguirle el ritmo…
    Un paraiso vamos, pero pruena lo del previo vermuth y paseito hasta destino pa dormila.

    De los comentarios de los acompañantes mejor no digo anda que necesito otro párrafo.

  14. María (diariodeunbebeconcolicos.com) says :

    Buenas, yo es que en eso de comer fuera… creo que tengo un máster (jeje) y hemos ido pasando por etapas.
    Mi enano de bebe no dormía siestas de más de media hora, en casa había que estar con él en brazos igualmente así es que salíamos a comer cada día del fin de semana, normalmente con amigos que estaban encantados de ir pasándoselo de mano en mano para que nosotros pudiéramos comer algo. Luego ha pasado una etapa en la que sí dormía siesta de una hora, más o menos, y entonces lo que hacíamos es darle de comer antes de salir de casa para que se durmiera en el coche y luego pasarlo al carro, y así contábamos con una hora para comer tranquilamente.
    Ahora tiene dos años y no cabe en el carro así es que preferimos que duerma la siesta en casa y salir a cenar (temprano) con él, y así come con nosotros y mientras come está entretenido, ahora cuando él decide que ya ha terminado de cenar hay que sacar el DVD portátil o similar o no hay postre.

  15. padresfrikerizos (@padresfrikerizo) says :

    Ayyy maja eso de comer fuera es un reto siempre, cuando son pequeños porque no dejan de llorar y sólo quieren teta, porque cuando están más espabilados no quieren dormir y cuando ya son más mayores porque quieren enredar, un suplicio vamos. Ya sabes que Chewy todavía es enana para andar cogiendo todo por la mesa pero ya me imagino que no tardará porque nos mira con cara de cordera cada vez que nos ponemos a la mesa. Yo las pocas veces que hemos salido intento dormirla antes, a veces no se consigue pero bueno en esos casos no queda otra que comer el solomillaco con una mano como dices, eso sí tener la cocina limpia lo compensa todo.
    Ahora lo que no aguanto son las críticas, espero que poco a poco empiece a digerirlas mejor, pero es que tanta opinión me puede…
    Besitos y ánimo que seguro que pronto consigues comerte medio solomillo 😛

  16. camaleona says :

    Ja ja ja… conozco muy bien lo que cuentas… pero con mis dos chicotes de cinco y ocho años, insistí, insistí, y volví a insistir… porque nos encanta salir a comer por ahí… y ahora podemos salir a comer sin ningún problema… aunque es cierto que hay restaurantes más amigables con los niños que otros…
    Veremos si con el pequeñito podemos hacer lo mismo, aunque como es el tercero, creo que si se pone pesado, se lo endoso a cualquiera de la mesa o a cualquiera de la mesa de al lado y arregladito 😉

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